Este curso hemos arrancado con Young Business Talents en el IES Mutxamel y, bueno, cuando les conté a los 15 equipos inscritos que iban a convertirse en directivos de empresas virtuales, la mitad pensó que era una broma y la otra mitad me miró con ese aire de «¿y esto cuenta para nota?»
Cuenta. Todo cuenta. Pero sobre todo, cuenta la experiencia.
Para quien no lo conozca: Young Business Talents es un simulador empresarial que lleva 15 años demostrando que la economía se aprende mejor jugando que memorizando definiciones que luego se olvidan en el primer examen. Más de 120.000 estudiantes de toda España han participado ya en este programa, así que no estamos inventando la rueda, solo poniéndola a rodar por los pasillos de nuestro instituto.
¿Cómo funciona esto? Equipos de 3 o 4 estudiantes se convierten en la directiva de una empresa del sector alimentario. Cada semana tienen que tomar decisiones reales: precios, producción, marketing, recursos humanos, estrategia financiera… Todo lo que se hace en una empresa real: analizar, planificar, ejecutar y controlar. Y sí, eso incluye la parte menos glamurosa de equivocarse, recalcular y aprender del error.
Lo mejor de todo es que el programa es completamente gratuito para los centros gracias al patrocinio de ABANCA. Los simuladores que utilizan están valorados en más de 3.000 euros cada uno, así que básicamente estamos poniendo tecnología de gestión empresarial profesional en manos de adolescentes. ¿Qué podría salir mal?
Hablando en serio: este proyecto me emociona porque conecta teoría y práctica de una forma que pocas herramientas educativas consiguen. Nuestros 15 equipos van a competir en distintas fases contra centros de toda España, y quien sabe, igual alguno llega a la final nacional en Madrid. Pero incluso si no vamos a Madrid, habrán aprendido más sobre economía real que en un trimestre entero de apuntes. Eso si, soñamos con conseguirlo.
Porque al final, la economía no va solo de gráficas de oferta y demanda. Va de tomar decisiones cuando no tienes toda la información, de trabajar en equipo cuando las opiniones no coinciden, y de entender que cada elección empresarial tiene consecuencias para personas reales. Ya iré contando cómo evoluciona la cosa.
De momento, 60 estudiantes del IES Mutxamel están a punto de descubrir si tienen madera de empresarios o si prefieren dedicarse a al teatro (o a las dos cosas como un servidor).
Nos vemos en el simulador.