Hoy vengo a comentaros un libro de Ignacio Belda que nos introduce en la economía circular. Y para ello nos presenta la problemática de los recursos naturales focalizándolo en el aumento de la velocidad de consumo en comparación con la velocidad de creación. ¿Por qué consumimos y consumiremos más? Tres son los factores que aumenta este crecimiento el aumento de la clase media, el aumento de los países desarrollados y el aumento mundial de la población. Los expertos en medio ambiente ya nos advierten de lo que este aumento del consumo nos está produciendo: sobrepeso, deforestación, escasez de agua, problema de oferta de los combustibles fósiles y aumento de los residuos. Además nos señalan fechas importantes, fechas límites, que se sitúan entre el 2035-2050 para advertirnos que nuestro comportamiento no siempre puede ser así.

Venimos de una economía lineal, un consumo basado en un proceso lineal: extracción > transformación > venta > consumo > desecho. Un modelo de usar y tirar.

Y ahora se nos propone un modelo circular con dos objetivos: aumentar la vida útil de lo producido, y que este nuevo modelo de producción consiga generar nueva producción disminuyendo el consumo de recursos (mediante el reciclaje por ejemplo). Pero la economía circular no va en contra de la economía, lo que quiere es incidir en mejorar el desarrollo de una manera más sostenible.

En las propias conclusiones del libro el autor también relaciona la economía circular como una nueva revisión también de los derechos: sociales, humanos, trabajadores… no solo desde un punto de vista estrictamente medioambiental.

Si nos vamos al origen la idea de Economía Circular empieza a estar presente en los años 70 aunque hay algunos pensadores, economistas, activistas que ya tienen presente la problemática desde hace siglos:

  • Thomas Malthus quien ya en 1978 puso sobre la mesa la pregunta ¿Cómo vamos a dar de comer a todo el mundo si cada vez hay más población y los recursos naturales son los mismos? (Os adelanto la respuesta: mejorando la tecnología).
  • William Blake quien utilizaba la naturaleza como inspiración.
  • Rachel Carson con su Primavera silenciosa que señalaba los efectos dañinos del comportamiento del ser humano.
  • Paul Ehrich con su Bomba Poblacional quien mencionaba las consecuencias del desarrollo.
  • O El club de Roma quien profundizaba en esa idea y los límites del crecimiento hace unos escasos 30 años.

Cómo podemos ver el problema no es nuevo, pero hay que comenzar a encontrar nuevas y diferentes soluciones. A partir de aquí las diferentes escuelas que parten de la economía circular o similares han ido proponiendo algunos conceptos, teorías que son muy interesantes. Entre las que podemos destacar Ellen MacArthur una mujer deportista que propone unos principios y objetivos mediante su fundación para poder mejorar nuestra realidad.

Principios:

  • Hay que preservar el capital natural.
  • Debemos optimizar el uso de recursos.
  • Fomentar la eficacia del sistema.

Objetivos:

  • Diseñar sin residuos.
  • Resiliencia a la diversidad.
  • Fomentar el uso de las energías renovables.
  • Cambio a sistemas más adaptables.
  • Uso en cascada de los recursos.

No es la única mujer que menciona como referente, también nos encontramos a Nadya Zhexembayeva autora del océano esquilmado que le ha hecho ganarse el título de Gurú de la reinvención.

Uno de los apartados más importantes e interesantes que me han parecido del libro es el que menciona la tecnología donde señala la economía circular como el factor que hará que la implantación de la tecnología sea definitiva. También señala la 4º Revolución industrial de la mano del medio ambiente que hará que ajen los precios, un mundo más globalizado, mejora del modelo de producción y consumo junto al reciclaje.

La parte teórica es muy interesante, pero necesitamos practica. La Unión Europea siempre ha tenido una política medio ambiental muy ambiciosa desde su origen pero es gracias a la Estrategia Europa 2020 cuando se propone algunos objetivos específicos (como la disminución de los gases de efecto invernadero o reducir la pobreza). Más recientemente la Comisión presenta un paquete de medidas centradas en los residuos y «cerrar el ciclo» que junto a los instrumentos de inversión y financiación se han podido poner en practica con unos resultados bastante alentadores (73% de implantación en las empresas Europeas). En España nos quedamos con la medalla de bronce con un 85% de implantación de las medidas. Aunque todavía hay algunos puntos a tener en cuenta como la evaluación de los procesos de la economía circular (no basta con la intención hay que hacerlo bien).

Para cerrar el artículo señalar dos proyectos de éxito como EcoAlf acerca la basura marina o SAICA en Zaragoza donde optimizaron algunos de los recursos teniendo como referente los principios de la economía circular.

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Última Actualización: diciembre 17, 2023