Una de las limitaciones del mercado son los bienes públicos. Hoy me gustaría que le dedicáramos un poco de tiempo a entender algunas cosas acerca de ellos.
Introducción.
Adam Smith ya en su libro «La riqueza de las naciones» presentaba un alegato a favor de la no intervención del Estado en los mercados. ¿Te acuerdas de la mano libre? Bien, pues esta propuesta tiene algunas limitaciones que hay que intentar resolver. Si, podemos decir que el mercado a veces falla (por eso recibe el nombre de fallos del mercado) y es necesario intervenir para responder a demandas sociales generalizadas.
¿Qué es un bien público? Uno de estos fallos de mercado responde a una serie de bienes que reportan a la sociedad un gran beneficio, pero sin embargo, el mercado no es capaz de producirlos por si solos. Es el caso de los faros, los parques públicos, las carreteras, la justicia, la seguridad, etc.
Características.
Como veremos los bienes públicos tienen principalmente dos características:
- No rivalidad. Se le puede proporcionar a todos con la misma facilidad como a una sola persona. Es decir, no supone un coste adicional si una persona más lo consume
- Imposibilidad de exclusión. No podemos impedir que una persona de la sociedad disfrute de él aunque no haya pagado por él.
Diferencia entre los bienes públicos y los bienes privados.
Los bienes públicos son aquellos cuyos beneficios se
reparten de manera indivisible entre toda la comunidad,
quiera o no el individuo comprar el bien público. Los
bienes privados, en cambio, son aquellos que pueden ser
divididos y proporcionados de manera separada a los diferentes
individuos, sin ningún beneficio o costo externo
para los demás.
Paul Samuelson – Economía
Los que no llegan a ser bienes públicos: Bienes impuros o parcialmente públicos.
A partir de las dos características que hemos visto antes «No rivalidad» e «Imposibilidad de exclusión» podemos hacer una tabla que ejemplifique la diversidad de bienes.
Parkin establece la siguiente tabla con los cuatro tipos de bienes.
Suministro.
Parkin en su libro explica muy bien el motivo por el qué las empresas no producen este tipo de bienes. Es porque este tipo de bienes que son no excluyentes y no rivales presentan el problema del oportunista (free-riders). Como todos pueden usar un bien público y a nadie se le puede impedir que disfrute de sus beneficios, nadie tiene un incentivo para pagar el coste que le corresponde, es decir, todos tienen un incentivo para ser unos gorrones.
Un ejemplo claro son los bomberos. Imagínate que no el estado no prestara este servicio, y una empresa decidiera ofrecerlo a cambio de aquellos ciudadanos que quisieran pagar una suscripción de pago mensual. El servicio de bomberos atiende cualquier incendio que haya (este en una zona donde haya o no haya suscriptores) para que no se propague. Así que si no pago, disfrutaré del servicio sin problema, y podré gastar mi dinero en bienes privados que si puedo disfrutar. Es aquí donde nos encontramos con el problema. Es por este motivo por lo que para las empresas no es rentable ofrecer bienes públicos y deben suministrarlos el Estado.
Producción.
Vale, ya sabemos quien tiene que pagar los bienes públicos, pero… ¿Quien tiene que producirlos? Pues aquí nos encontraremos dos opciones:
- Producción pública. Un ejemplo claro son los institutos públicos, donde el bien que sería la educación es producido por el propio estado ya que contrata sus recursos (profesores) y gestiona dicha producción.
- Producción privada. Hay veces que el Estado contrata a una empresa para poder ofrecer estos servicios. Por ejemplo, si un hospital público está colapsado, a veces remiten a un hospital privado a algunos pacientes para que sean atendidos en las instalaciones del otro hospital sin tener que pagar ninguna cantidad.
Ejemplos de bienes públicos.
A mi personalmente me gusta mucho ejemplificar este concepto con el servicio de bomberos como hemos visto anteriormente, pero a lo largo de este artículo hemos visto varios como son las carreteras y/o autopistas gratuitas, los parques infantiles, el servicio de limpieza de las playas, etc.